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Shito Ryu Karate Do
Butoku Kai México
El dojo ubicado en Calzada de Tlalpan 1295, esquina con Víctor Hugo, Col. Portales, Benito Juárez, 03303, Ciudad de México, CDMX, sigue activo y recibe a nuevos alumnos comprometidos con el arte marcial, quienes buscan desarrollar su técnica, carácter y espíritu a través del Karate Do tradicional. -
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Butoku kai
Historia de Butoku Kai
1a Parte. Sensei Pedro Moreno Cadena
El México de los años 60´s, en el inició de la década, se caracterizó por reunir una estabilidad económica y un peso estable. Representó dentro de América Latina, una región atractiva para las inversiones privadas y el desarrollo. El mexicano de esta década poseía un carácter y temperamento particular, quizá heredado de las generaciones anteriores, ya sea desde la Revolución Mexicana, ya sea desde la Independencia de México, o ya desde el choque de dos culturas en la Conquista.
El mexicano, aguerrido por naturaleza, mostró al mundo, a través del boxeo, ese temperamento combativo. Entre los campeones mundiales destacados se encontraban Baby Arizmendi, Juan Zurita, y muchos otros, representando la época dorada del boxeo en los 50´s y 60´s.
Sin embargo, el boxeo en México prácticamente no existía a nivel amateur. Aquellos interesados en boxear ingresaban directamente al nivel profesional, muchas veces debido a las necesidades económicas o al deseo de alcanzar la fama y la gloria.
«Llegar a su casa todo morado de la cara y verse en el espejo, lo hacía sentir terriblemente bien.» – Sensei Pedro Moreno
El Profesor Moreno, inspirado por las artes marciales del Lejano Oriente, comenzó su camino en el karate tipo Okinawa en 1967 junto a su amigo Elías Libnic Berkmann, bajo la guía del profesor Márquez, alumno de Nobuyoshi Murata. Tres años después, obtuvieron el 1er Dan en Cinta Negra.
En 1972, el Sensei Tadashi Iwamoto, con tan solo 24 años, llegó a la Ciudad de México para enseñar el Shito Ryu, marcando un punto de inflexión en la historia del karate en México. Su técnica refinada y su dedicación ayudaron a formar a los primeros grandes exponentes del Shito Ryu en el país, incluyendo al Profesor Moreno.
Un legado imborrable
El Sensei Pedro Moreno dejó una marca indeleble en el Butoku Kai, no solo como instructor, sino como mentor de vida para muchos de sus alumnos. Su dedicación al arte marcial y su compromiso con la formación de hombres de bien lo convirtieron en un pilar de la comunidad de karate en México.
«Entren a competir con MUCHOS HUEVOS Y CARAS DE HOMBRES y todo les resultará más fácil.» – Sensei Pedro Moreno



















Historia de Butoku Kai
2a Parte. Sensei Tadashi Iwamoto
En agosto de 1945, un Japón exhausto y agotado por la guerra, aceptó los términos de la rendición impuesta por los aliados y, por edicto imperial, depuso las armas. Por primera y única vez, Japón fue ocupado por las tropas aliadas bajo el control de los Estados Unidos, situación que se prolongó hasta abril de 1952. Durante ese lapso, la economía japonesa estuvo casi en su totalidad paralizada con una severa escasez de alimentos, una inflación galopante y los efectos de un mercado negro generalizado.
A pesar de estas circunstancias, el pueblo japonés emprendió la tarea de reconstruir su economía devastada. Para los nacidos en la posguerra, como el Sensei Tadashi Iwamoto en 1947, la idiosincrasia japonesa permitió exaltar el carácter y temperamento, reflejados en todas sus actividades diarias.
«Kunshi no Ken: Cultivar el ser para convertirse en un hombre de bien.» – Kenwa Mabuni
Desde joven, el Sensei Iwamoto mostró dedicación al arte marcial, iniciando la práctica clandestina de karate en su infancia. Durante su juventud, perfeccionó sus habilidades en judo, karate, kempo y kendo. Al ingresar a la Universidad de Tokio, conoció al Shihan Manzo Iwata, quien lo convirtió en uno de sus alumnos más destacados en Shito Ryu.
En 1971, el Sensei Iwamoto llegó a México con un 4º Dan en Shito Ryu y un 1er Dan en Judo. Su técnica, fuerza y elegancia al ejecutar katas y movimientos básicos impresionaron profundamente a sus alumnos, consolidando al Shito Ryu como una de las técnicas marciales más respetadas en el país.
Enseñanza y legado
El Sensei Iwamoto seleccionaba cuidadosamente a sus alumnos, dedicando tiempo y esfuerzo solo a aquellos en quienes veía potencial. Sus métodos de enseñanza incluían la repetición exhaustiva de katas y combates, evaluando en silencio hasta alcanzar la perfección.
Entre los japoneses que llegaron a México para enseñar karate, destacó el Sensei Koji Matsuo, quien dejó una huella imborrable por su humildad y humanidad. El respeto y admiración hacia Matsuo se mantuvieron vivos, incluso en las palabras finales del Sensei Iwamoto.
«El Sensei Iwamoto representó el Shito Ryu en su esencia misma. Su técnica y elegancia marcaron la vida y carácter de todos los que tuvimos la fortuna de aprender de él.»


















Historia de Butoku Kai
3a Parte. Senpai Marco Antonio Nájera / Sensei Cesar Molina
La Ciudad de México tenía 6,800,000 habitantes. En el sur de la ciudad se respiraba un aire puro, no existían congestionamientos, y por la noche se podía observar un sinfín de estrellas. Transcurría el año de 1970. A la edad de 9 años, mientras caminaba por las calles peatonales llamadas andadores en la Unidad Villa Coapa, el sonido melódico de los Beatles interpretando su repertorio de 1964, como “Love Me Do”, salía por las ventanas de las casas y departamentos. Aunque la música inglesa llegaba con retraso, para muchos niños como yo representaba una novedad.
Como un niño normal, jugaba con otros niños de mi edad, muchas veces “luchando” por diversión. Estas luchas solían terminar con golpes y raspones, pero para mí también despertaban una sensación extraña de adrenalina que más tarde comprendería mejor.
«Los nudillos callosos eran la marca de un karateca, un símbolo de disciplina y fuerza.» – Fuentes
Fue mi hermano, Héctor Emilio, quien sugirió que probara el karate para canalizar mi energía y calmar las constantes quejas de los vecinos. En diciembre de 1973, me presenté a mi primera clase en Butoku Kai, ubicado enfrente de la Alberca Olímpica en División del Norte. Desde ese momento, el karate transformó mi vida.
Mi introducción al dojo incluyó aprender de maestros como el Sensei Pedro Moreno, cuyas enseñanzas iban más allá de las técnicas de combate, moldeando carácter y disciplina. Pronto conocí al Sensei Cesar Molina, quien fue un pilar fundamental en mi desarrollo marcial y personal.
Un maestro y mentor
El Sensei Cesar Molina inició su camino en el karate a los 17 años y rápidamente destacó por su dedicación y habilidad. En su primer torneo en cintas verdes en Monterrey, obtuvo el 1er lugar en kumite al derrotar a un competidor fuerte y técnico, lo que marcó el inicio de una carrera exitosa en competencias nacionales e internacionales.
La conexión entre nosotros se fortaleció cuando el Sensei Iwamoto me otorgó una beca y pidió que apoyara al Sempai Molina en las clases de niños. Esta experiencia me alejó de las malas influencias y reforzó mi compromiso con el karate, ayudándome a desarrollar habilidades como la velocidad, fuerza y elasticidad que definen esta disciplina.
«La disciplina de este arte marcial, entre más joven se practique, constituye un pilar fundamental para ser un buen ser humano en la vida adulta.» – Sensei Cesar Molina
Logros y legado
Como cinta café, el Sensei Molina representó a México en el Tercer Torneo Mundial de WUKO en Long Beach, California, en 1975. Aunque compitió contra oponentes formidables, incluidos campeones de Japón, su perseverancia y técnica lo llevaron a obtener el 5º lugar mundial. Su lema, otorgado por el Shihan Manzo Iwata, fue: «Fut to Fut Kutzu» (Nunca se cae, nunca se dobla).
En 1982, visitó Japón dos veces y entrenó en la casa del Shihan Manzo Iwata en preparación para el Campeonato Mundial de Taiwán. Actualmente, ostenta el 7º Dan en Shito Ryu y continúa transmitiendo la tradición marcial a nuevas generaciones, combinando la estricta disciplina japonesa con un toque humano que refleja sus raíces mexicanas y cubanas.
«Si me dieran la oportunidad de escoger otra vida diferente, la rechazaría rotundamente. El karate do me ha dado todo lo que necesito.» – Sensei Cesar Molina
El Camino del Shihan César Molina
En el arte del Karate-Do, el verdadero guerrero no busca solo la perfección técnica, sino el crecimiento constante del espíritu. El Shihan César Molina, ostentando el grado de 7º Dan, sigue avanzando en su camino marcial con la misma disciplina y entrega que han definido su trayectoria.
Actualmente, se encuentra en preparación para alcanzar el siguiente Dan. Para el Shihan Molina, cada entrenamiento es un recordatorio de que el aprendizaje nunca se detiene, y que el camino del guerrero es, ante todo, un viaje de autodescubrimiento.
«El verdadero maestro no es aquel que busca ser superior a los demás, sino aquel que inspira a otros a superarse a sí mismos.»
Con la misma pasión y entrega que lo han caracterizado a lo largo de los años, el Shihan continúa formando nuevas generaciones de practicantes de Karate Do, transmitiendo no solo la técnica del Shito-Ryu, sino también los valores de respeto, perseverancia y autodisciplina.
















Logros Destacados de Butoku Kai
- 1972: Se gana la Copa Nobuyoshi Murata.
- 1974: En abril, en Monterrey, Nuevo León, se obtienen 17 trofeos de 24 disputados en el Primer Torneo Nacional de Shito Ryu.
- 1975: Víctor Cuadros se corona Campeón Nacional en Kumite Cintas Negras. Además, se consigue el 2º y 3º Lugar en Kumite por equipos.
- 1976: Campeón Nacional en Kumite Cintas Negras: Joel Suárez (Butoku Kai Narvarte). Se obtiene el 4º Lugar en Kumite por Equipos.
- 1976: 2º Lugar en Kumite por equipos en el 1er Torneo Nacional Zona Norte.
- 1976: Víctor Cuadros obtiene el 1er Lugar en Kumite y César Molina el 1er Lugar en Kata en un Torneo Internacional en Laredo, Texas.
- 1977: Marco Antonio Nájera, doble Campeón Nacional en Kata y Kumite (Cintas Negras Juvenil).
- 1977: Se gana el Campeonato Nacional en Kumite por Equipos. Víctor Cuadros obtiene el 4º Lugar en Kumite Individual.
- 1978: César Molina, Campeón Nacional en Kumite Cintas Negras.
- 1978: 1er Lugar Nacional Kata por equipos: César Molina, Marco Antonio Nájera y Alfonso Castañeda.
- 1979: 1er Lugar Nacional Kata por Equipos: César Molina, Marco Antonio Nájera y Marco Antonio Silva.
- 1980: César Molina consigue el Campeonato Nacional en Kumite, categoría -68Kg.
- 1980: Marco Antonio Nájera obtiene el 2º Lugar Nacional en Kata Individual.
- 1981: César Molina consigue el Campeonato Nacional en Kumite, categoría 60-65Kg.